
Ingredientes

Elaboración
Cortamos las fresas y las dejamos macerar con un chorrito de vinagre. Removemos de vez en cuando para impregnar todas las fresas por igual.
Sobre un papel vegetal, pondremos el queso feta, las nueces y la miel e introducimos al horno. Dejamos calentar alrededor de 10 minutos. Solo lo queremos blandito, pero no derretido totalmente.
La comida sabe mejor, cuando la vajilla está hecha a mano.
Troceamos los tomatitos cherry al gusto (por mitades o cuartos) y servimos en un bol junto a un manojo generoso de hojas de albahaca. Añadimos las fresas que teníamos macerando y el queso feta. Movemos todo para mezclar todos los sabores.
Echamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal. Servimos con crakers de semillas sobre un mantel con detalles en rojo.