Muchas veces, creemos que el que una vajilla esté hecha a mano dificulta su lavado en el lavavajillas, pero ¿es esto cierto?
No. Y sí. Pero no solo de la vajilla hecha a mano, sino de cualquier otra pieza, incluyendo cubertería y cristalería. Los detergentes, y las altas temperaturas de los lavavajillas acaban matando el brillo de estas piezas.
Esto mismo pasa con los lavados de la ropa, o con la pintura que ponemos en una habitación. Aquellos lugares donde incida más la luz, se quedarán antes sin color. Y no por eso dejamos de pintar las habitaciones ¿verdad?
Os contamos la anécdota con un alfarero al hacerle la pregunta de si sus piezas era aptan para lavaplatos: "Las piezas pasan por temperaturas mucho más altas que la que coge un lavavajillas". Queda bastante claro ¿no?
Nuestra recomendación:
-Dale amor de vez en cuando a tus piezas y lávalas a mano cuando sea posible. Si un día te tomas un gazpacho sola ¡lávalo a mano! Pero si otro día invitas a unos amigos a tomar algo, mete todo en el lavavajillas y arreando.
-Mira siempre en las fichas de producto que ponga "Apto para lavavajillas".
-No meter piezas de cobre o hierro.
-No meter vajilla antigua.